La importancia de la comunicación para desarrollar las tareas de un TOL.

Muy buenas

   Ya han apuntado con anterioridad, en nuestras discusiones, un buen TOL además de hablar bien, debe escribir mejor, o lo que es lo mismo, ser un buen comunicador es una de las virtudes deseables para todo TOL.

En los Entornos Virtuales de Aprendizaje y más concretamente en sus comunicaciones, cuando se hacen mediante el uso de las herramientas que no transmiten sonidos ni imágenes, se pierde una parte del mensaje, muy importante y que da el sentido a esta, me refiero a la entonación y a los gestos corporales de las personas cuando ejercen esta habilidad humana.

Esta parte de comunicación que se pierde debe ser remplazada con otros medios o mediante otras estrategias. Para ello, se ha establecido una serie de normas “no escritas” que son las normas de “netiquette” que intentan regular las formas con la que se efectua la comunicación. Tambien se ha extendido el uso de “emoticones”, bolas amarillas normalmente con cierto movimiento, que intentan suplir esa falta de expresión de forma más o menos apropiada.

Otra estrategia que se utiliza consiste en intenta relajar el tratamiento con el que nos deberíamos dirigir a una persona, debido a su cargo o a sus méritos, con la finalidad de intentar suplir la citada perdida en la comunicación con acercamiento  entre las personas o lo que es lo mismo facilitar el trato y la comunicación, obviamente manteniendo las normas mínimas de educación y respeto.

Un gran problema con el que tambien nos encontramos en las comunicaciones “virtuales”, es debido a que el TOL no tiene “feedback”, en tiempo real, de cómo el auditorio está recibiendo y entendiendo correctamente el mensaje, ni puede modificar este, instantáneamente, según se adapte el consistorio. Por lo que estas comunicaciones no pueden ser muy extensas, más bien deben ser breves,  directa y continuadas, con mucho seguimiento en el tiempo.

Es por todo esto por lo que la comunicación para desempeñar las labores de TOL es muy importante y más complicadas que en la enseñanza presencial. Una vez superados “los miedos escénicos” que pueden aparecer cuando nos dirigimos a un grupo de personas y que se acentúa en la enseñanza presencial.

Fernando